Por todos es sabido que a los hombres les gusta más el sexo que a las mujeres, y que a las mujeres se las cautiva con una buena conversación, o al menos, eso es lo que aparenta, de manera que vamos a analizar cuánto de esto es cierto, además de que valoraremos algunos aspectos y claves que son los que diferencian al hombre y a la mujer en su perspectiva en relación con las relaciones sexuales.
¿Es cierto que los hombres piensan más en sexo que las mujeres?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que en la actualidad existen muchos estereotipos que hacen que a menudo podamos caer en falsedades o en tópicos que es habitual que no correspondan con la realidad.
De hecho, uno de estos estereotipos es que el hombre es un animal con una sed insaciable de sexo, y que lo puede hacer en cualquier lugar y en cualquier momento, algo que está muy alejado de la realidad.
De hecho, socialmente el hombre siempre ha tenido que demostrar una mayor predisposición al sexo que la mujer, es decir, un hombre que no se excitaba las 24 las del día, no era suficientemente hombre para el resto de las personas de su sexo.
Sin embargo, poco a poco este concepto ha ido cambiando, hasta el punto que los hombres no tienen la necesidad de demostrar esto ni a las mujeres ni a otros hombres.
De igual manera, la mujer también se ha basado en un estereotipo desde la perspectiva de que no podía decir en ningún momento que tenía apetito sexual salvo a su marido.
Socialmente, una mujer que se excitaba era algo que estaba mal visto, y de hecho tenía que quedar de puertas para dentro del hogar.
De igual manera, esto por suerte ha ido cambiando, y cada vez la sociedad se abre más a la naturaleza tanto del hombre como de la mujer, hasta el punto que existe un equilibrio bastante claro en relación con el apetito sexual de hombres y de mujeres.
La excitación y por qué gusta más el sexo a hombres que a mujeres
No obstante, es cierto que los hombres piensan más en sexo que las mujeres, pero no existe tanta diferencia como podamos imaginar.
Para poder entender esto debemos darnos cuenta de que se trata de un impulso más instintivo que racional, y es que nuestra especie ha sido concebida para otorgar la reproducción al sexo femenino por lo que, este es el que tiene la batuta a la hora de elegir a su macho.
De esta manera, la naturaleza del hombre le lleva a perseguir a la mujer y demostrar que tiene una gran capacitación, tanto a nivel de cuidar, proteger y mantener, como a la hora de garantizar la descendencia, y es que una hembra nunca erigirá a un macho con el que no pueda procrear.
Pese a esto, hay que tener en cuenta que la sociedad en la que vivimos ha evolucionado mucho hasta el punto que no se basa tan sólo en los instintos puramente básicos del ser humano, sino que busca llegar más allá, de manera que la excitación y el concepto acerca de a quién le gusta más el sexo cada vez está más igualado tanto en la mujer como en el hombre, aunque nunca llegarán a estar a la par puesto que la naturaleza es mucho más fuerte que cualquier constructo social o concepto que evolucione desde la perspectiva cultural.