Muchos son los mitos que giran en torno a entrenar en el gimnasio. En la actualidad existe una gran cantidad de gurús de fitness y entrenamiento que establecen muchas matrices de opinión. Algunos sin duda tienen formas y estilos de entrenar que son bastante buenos, pero no siempre sucede así. Es usual conseguirse con personas que tienen preceptos un tanto antiguos o una manera de entrenar que no es la correcta.
Para ellos quizá les funcione bastante bien pues ya llevan mucho tiempo entrenando, pero para las personas que apenas inician es muy complejo enfrentarse a todo lo que el gimnasio se refiere. No solo se trata de levantar peso, que sí puede ser una de las partes más fuertes de todo el proceso. Si no también tiene muchísimo que ver con la fuerza de voluntad, estilo de ejercicio y motivación que tengas.
Todas estas cosas serán centrales al momento de comenzar a entrenar en el gimnasio. Es usual que se tenga bastante miedo en un primer momento. Todo parece demasiado nuevo y es en algunos casos abrumador. Podrías sentirte que ese no es el sitio correcto para ti, pero la verdad es que no es así. Necesitarás hacerlo propio para que así te sientas muy cómodo. Y para ayudarte con esto, te daremos algunas claves para comenzar con el entrenamiento en el gimnasio.
1.- Para conseguir resultados debes entrenar en el gimnasio duro.
Es bastante común pensarse que estando 15 minutos en la caminadora y haciendo dos rutinas de pecho y hombros será suficiente. Pero la verdad es que no, entrenar en el gimnasio es para que valga la pena cada uno de los minutos que ahí se invierten. Si se quieren tener resultados a corto, mediano y largo plazo se necesitará entrenar de una manera bastante rígida. Y usualmente será difícil en principio, pero luego irá mejorando.
Para poder tener un buen entrenamiento necesitarás un entrenador y este deberá diseñar una rutina específicamente para ti. Esta se basará en tus necesidades, cada cuerpo es completamente diferente. Es por ello que se deben atacar los músculos desde zonas distintas y con una intensidad particular. Esto es lo que creará los cambios necesarios en tu cuerpo. Dando, así como resultado una fisionomía mucho más agradable y sobre todo sana.
Siempre en el gimnasio hay una persona que siempre está pegada a su móvil todo el día. Que se lo prende para cambiar una canción y ahí se queda por 5 o 10 minutos. Así ninguna persona que realmente quiera entrenar y conseguir resultados lo va a lograr. Es necesario enfocarse muchísimo en lo que se está haciendo para no fallar. Ya habrá momentos para utilizar el móvil, en este caso, es el de entrenar y se necesitará compromiso.
2.- Si no comes bien entrenar en el gimnasio no servirá de nada.
La alimentación para poder conseguir resultados al entrenar el gimnasio es primordial. Muchas personas piensan que esto es accesorio, pero la verdad es que no. Los músculos, en su mayoría se construyen en la cocina, pero también realizando pesas. Podrás entrenar en el gimnasio las horas que quieras. Sin descanso alguno, pero no obtendrás buenos resultados si no comes bien.
Cuando se entrena es necesario comer lo más saludable posible, y esto no implica dejar de comer. Si existe una disminución en los macronutrientes por debajo de lo recomendado los resultados no serán los correctos. Cada una de las dietas que se realizan van adaptadas a las diferentes necesidades de las personas. Si quieres bajar de peso, necesitarás un entrenamiento para esto, pero a su vez una alimentación adecuada.
Esta usualmente se basa en productos menos procesados y disminución en los carbohidratos. En cambio, si quieres subir en masa muscular, aún necesitarás una cantidad de carbohidratos menor, pero no tanto como para bajar de peso. Lo que sí debes incrementar es la cantidad de proteína que ingieres. Esto es lo que permitirá que tu cambio será realmente grande. Una vez lo consigas, es que podrás tener un equilibrio.
Llevar una alimentación balanceada dependerá de tu nutricionista, para ello deberás asistir constantemente a que haga los cambios pertinentes. No podrás alimentarte por sí solo, esto puede afectar a tu cuerpo, pero también a los objetivos que te hayas trazados para conseguir los resultados.
3.- Consigue un buen entrenador y conseguirás resultados.
Usualmente, ninguna de las personas que comienzan a entrenar en el gimnasio tiene la más mínima idea de lo que están haciendo. Esto es algo bastante común y no hay nada de lo cual avergonzarse. Es bastante normal que no se sepa qué hacer con las máquinas y mucho menos cómo armar un entrenamiento que sea efectivo. Por ello lo correcto es conseguir un entrenador personalizado.
Aunque dentro del gimnasio suelen haber monitores o entrenadores deportivos estos no suelen darse el tiempo para entrenar a todas las personas. En promedio en un gimnasio común puede haber al mismo tiempo unas 30 personas. Esto hace que el nivel de atención se reduzca por completo. Así que si estás comenzando necesitarás a alguien que te ponga el ojo de forma directa.
En primera instancia, para crear un entrenamiento que sea perfecto para ti. Pero también que esté bien realizado. Las posibilidades de que las lesiones se hagan presentes dentro de un entrenamiento son muy altas. Es demasiado sencillo equivocarse y hacerlo mal, precisamente por la falta de experiencia. Para ello es que también es muy importante la figura del entrenador.
4.- Ten disciplina para poder entrenar.
Entrenar en el gimnasio se basa, en la mayoría del tiempo en la disciplina. Si quieres hacer por salud y sentirte un poco mejor, puede que vayas pocas veces a entrenar y está bien. Pero si realmente deseas conseguir resultados reales, lo correcto es que entrenes duro. Esto te permitirá conseguir lo que deseas. Y para entrenar duro también se necesita constancia y disciplina.
De nada sirve que vayas al gimnasio a entrenar duro una sola vez a la semana. Esto será una pérdida de tiempo, pero también de dinero al estar pagando toda la mensualidad. Lo que necesitarás es crear un entrenamiento que sea constante. En teoría, 3 veces a la semana es más que suficiente para conseguir buenos resultados. Por ello es que con constancia conseguirás cambiar, si no la tienes. Se te hará cada vez más difícil.