Con la llegada de la subida de temperaturas y también con las horas de luz que se han ido ganando semana tras semana, cada vez se pasa más tiempo en el exterior.
Esto, más allá del ánimo, que afecta positivamente, también sucede igual con la vista. El hecho de ser capaces de permitir que la mirada vague hacia distancias más lejanas, ayuda a que relaje la tensión y también que descanse, lo que beneficia también a dolencias como la miopía, por ejemplo.
Aunque hasta ahora no se había dado la importancia necesaria, es gracias a especialistas en la salud ocular se ha puesto en relieve la necesidad de cuidar la vista como una de las rutinas saludables que más relevancia tiene para el bienestar.
Mareos, cansancio, dolor de cabeza o incluso fatiga ocular pueden revertirse gracias a seguir una serie de consejos.
5 rutinas que hay que incorporar al día a día
Para empezar, el ojo ha sufrido durante el confinamiento como pocos. El hecho de no poder llevar la mirada al infinito en horizontes, el hecho de pasar tiempo en un entorno seco del interior de las casas y, sumado también, al tiempo que se ha pasado delante de pantallas y luz azul, ha hecho que cobre más relevancia que nunca el primero de los consejos a incorporar: la hidratación.
Las lágrimas artificiales, habitualmente a base de ácido hialurónico, permiten al ojo recuperar su humedad óptima. Bien lo saben quienes apuestan por el uso de lentes de contacto que, además de saber buscar precios baratos en lentillas, son conscientes de que de la clave de una buena salud ocularestá en el mantenimiento ocular a base de hidratación para poder aguantar con comodidad cualquier entorno. De ahí que varias tiendas especializadas en venta de lentillas de contacto, como puede ser visiondirect.es ofrecen también un amplio abanico de lágrimas artificiales.
En segundo lugar, hay que cuidar la higiene de cejas y pestañas. Esto, que a priori puede parecer algo desconocido, en realidad es vital ya que, en contextos en los que por ejemplo se hace ejercicio, son las barreras del sudor para el ojo. Una solución de agua templada con un poco de champú ph neutro aplicado con un algodón permite garantizar que están al día.
En tercer lugar, hay que acostumbrarse, aunque sea mediante alarmas, a parpadear. Puede sonar algo parecido a un chiste, pero no lo es. El globo ocular, cuando está delante de pantallas, al fijar la imagen, tiende a limitar al máximo el parpadeo para no perder la información. Algo tan sencillo como parar cada cierto tiempo y obligarse a parpadear hace hábito y, con ello, ayuda al ojo a hidratarse de forma natural y a relajarse.
En cuarto lugar, se va a poner el foco en la luz que recibe. Cuanto mejor sea la luz natural indirecta, que no deslumbre, pero que permita evitar la artificial, mucho mejor para la salud ocular. Aprovechar las horas de luz natural es vital para la vista, sobre todo si se puede además aprovechar y trabajar cerca de una ventana para, de vez en cuando, permitir que el enfoque sea en lejanía.
Para terminar con los consejos, no hay que olvidar la importancia de salir al exterior protegiendo también los ojos de los rayos ultravioleta con gafas de sol cuando haya mucha luminosidad. Al igual que es importante que la piel se proteja, la vista necesita de ayuda para hacerlo. Da igual que sea a pleno sol o en días con nubes. No está de más contar con este complemento.