¿Qué es la economía de mercado?

La economía de mercado es esencial para el desarrollo de un país, la cual se rige bajo la ley de oferta y demanda: una noción que debería comprender cualquier persona involucrada en los procesos económicos. A continuación, se explica qué es y qué relación tiene con esta ley.

La economía de mercado

La organización, producción y consumo de bienes y servicios que surge a favor de la ley de oferta y demanda se comprende como economía de mercado. Se caracteriza por la carencia de poder del Estado en los procesos de inversión de los bienes de insumo.

Durante la primera mitad del s. XX gobernaron las políticas económicas orientadas por las nociones del clásico-keynesiana. También conocidas como síntesis neoclásicas. Luego se vieron afectadas de forma radical por el surgimiento del monetarismo y la Escuela de economía de Chicago, y poco tiempo después, la tendencia del libre mercado.

Entre los modelos de economía de mercado más exitoso se distingue Estados Unidos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y al principio del s. XXI.

Según las estadísticas, todas las naciones que aplican este modelo experimentan un crecimiento superior a largo plazo. Como en el caso de los Países Bálticos, que lograron multiplicar por tres su PIB en dos décadas. Otros países que la aplicaron fueron:

  • Alemania,
  • Irlanda,
  • Hong Kong,
  • Singapur,
  • Reino Unido,
  • Suiza, y
  • Nueva Zelanda.

En un principio se empleó de manera arbitraria para designar los sistemas económicos de los países cuyo rol en la propiedad privada y libre mercado estaba extendido.

Sin embargo, las economías de mercado no cuentan con un sistema político democrático o Estados de derecho. De esta forma, se facilita su identificación sobre otros tipos de sistemas, como los nórdicos y países del Golfo Pérsico.

¿Es posible la intervención del Estado en la economía de mercado?

Puesto que no hace referencia absoluta al libre mercado, se debe destacar que el Estado puede intervenir en algunos de los procesos implicados para garantizar los derechos de los agentes económicos.

También moderan el acceso a diversos bienes y servicios, por ejemplo, para regular los precios básicos u orientar la producción y consumo. Entre otros aspectos, mantener la estabilidad de los procesos económicos en general.

Debido a que la noción de la competencia perfecta es irreal, se apoya la Teoría del Segundo Mejor: radica en que la eficacia económica no aísla la intervención estatal como el sistema de libre mercado.

Conjunto al Teorema de la asimetría de la información, Joseph E. Stiglitz advirtió que en la presencia, bien sea del mercado no “perfectamente competitivo” o de información imperfecta, el resultado no es eficiente en términos de Pareto.

Considera que “la verdadera incógnita gira en torno a encontrar el balance correcto en el mercado y el gobierno. Cada uno puede complementar al otro. Ergo, ambos son necesarios.” Este balance será diferente según la época y lugar.

En este caso, se toma especial relevancia a la condición de Samuelson:

  • Por un lado, la intervención estatal en la provisión de bienes o servicios será justificada hasta el punto que la vuelva más eficiente para todas las partes implicadas.
  • Por otro lado, la producción privada tomará mayor relevancia siempre que demuestre ser más eficaz que la comunal o estatal.

Ambas relaciones pueden y van a cambiar en diversos tiempos y medidas.

Procesos del mercado

En una economía de mercado, consumidores y productores pueden interactuar de forma directa. Ambos agentes deben asimilar el precio de los bienes como un dato exacto, y a partir de ello tomar decisiones de producción y consumo. Uno busca un alto grado de satisfacción; mientras que el otro se propone aumentar sus ganancias.

La participación constante de estos agentes altera las condiciones primarias del mercado. En consecuencia, también los precios.

La condición de competencia imperfecta radica en que un solo agente o grupo reducido es capaz de manipular la condición del productos y afectar la formación de los precio.

Dado el auge de la era digital y el creciente dominio de las empresas internacionales, es irrelevante mantener la pretensión de que los precios de mercado están determinados a las condiciones de la competencia perfecta.

Volver a las prácticas monopólicas no produciría una economía de gran estabilidad, eficiencia y crecimiento. Tampoco es necesario que la competencia imperfecta tenga efectos negativos para el consumidor.

En ciertas situaciones, el hecho de que las empresas compitan en entornos “imperfectos”, puede provocar los mismos precios que en un entorno “perfecto.”

Se pueden distinguir los siguientes escenarios:

  • Monopsonio,
  • Oligopsonio,
  • Oligopolio, y
  • Monopolio.

Pensamiento de Ludwing Von Mises sobre los precios

Von Mises defendió que los precios de los bienes son la expresión de la valoración que cada individuo le brinda en términos de agrado. En otras palabras, los precios se establecen de acuerdo a las valoraciones subjetivas de los agentes en un mercado o una economía.

Cuando los bienes son escasos y existe demanda, el precio aumenta. Advierten al mercado. Es un sistema de señales que funciona como mecanismo de asignación de recursos en la economía.

Los productores que tengan la posibilidad de brindar este bien, con poca competencia y alta demanda, dejarán de producir su actual bien por el nuevo en caso de que el costo de oportunidad sea mínimo.

Los altos precios incentivarán la producción. Ergo, la competencia se alza y equipara, o superará, la demanda. Luego, el precio bajará hasta donde las empresas estén dispuestas a consentir al mercado.

Ley de rendimientos decrecientes

Según la teoría económica liberal clásica, en una economía de mercado la tasa de interés del capital y beneficios empresariales se inclinan hacia cero a largo plazo.

La tercera, quinta, undécima y siguientes unidades de producción no brindarán las mismas ganancias que la primera. Así enfatiza la ley de rendimientos decrecientes.

De igual forma, la ley de bronce de los salarios realiza las mismas predicciones aplicadas a los sueldos.

La aplicación de la economía de mercado asume que los ricos se volverán más ricos; mientras que los pobre serán más pobres. La brecha entre ambas clases sociales se volverá abismal. Y, si bien todavía no se ha cumplido, las interpretaciones a cargo de las distintas escuelas de pensamientos económicos lo afirman.