Higiene personal

¿Quieres lucir saludable? ¿Quieres mejorar tu higiene personal? ¿No sabes qué hábitos son los recomendados? Mantener una higiene personal estable debería ser la prioridad de cualquier persona, sea hombre o mujer. En el caso de los hombres, es necesario aprender a establecer hábitos de higiene y aplicarlos fervientemente todos los días.

Las consecuencias del nulo conocimiento de técnicas de aseo, limpieza y cuidado del cuerpo repercuten directamente a la salud. Por ello, mantener una higiene personal estable puede ayudar a prevenir contraer enfermedades e infecciones, además de aumentar la autoestima.

A continuación, te mostrare algunos hábitos que puedes incluir en tu rutina y establecer una relación higiene-salud.

¿Cómo perseverar en la higiene personal?

Aunque parezca sencillo, mantener una higiene personal día a día no es tan fácil y hasta puede resultar trabajoso. La dificultad puede ser mayor o menor dependiendo de algunos factores, como puede llegar a ser la ausencia de barba. No todos tienen barba, pero quienes tienen este estilo necesitan tener aún más cuidado sobre ella que sobre su cabello.

Un método para perseverar en la higiene personal es hacer de los hábitos una rutina diaria. ¡cuidado! Poner en práctica los diversos hábitos de higiene adecuadamente se tienen que hacer de la manera adecuada.

No es lo mismo lavarse las manos durante 10 o 15 segundos que hacerlo en menos de 5. Para mantener el cuidado del cuerpo y la salud no basta con aplicar los hábitos de manera irresponsable.

Hábitos de higiene personal

La higiene es un conjunto de conocimientos y hábitos que pueden mantener bajo control factores perjudiciales para el cuerpo. Se ponen en práctica estos hábitos para mejorar y conservar la salud, además de mantener el cuerpo protegido de gérmenes.

Los hábitos básicos consisten ducharse diariamente, lavarse las manos frecuentemente y lavarse los dientes hasta 3 veces al día. Adicionalmente a ellos, se encuentran el cuidado de la barba y el control del crecimiento de las uñas. Estos últimos se ponen en práctica solo y cuando se den las circunstancias de crecimiento.

Practicar cada uno de estos hábitos responsablemente ayudará a formar un único habito que a la larga no requerirá de esfuerzo alguno.

Tomar ducha

Tomar una ducha no es un recurso al que solo hay que acudir cuando se haya transpirado debido a elevadas temperaturas. Para mantener una higiene personal a nivel corporal es importante tomar como mínimo una o dos duchas al día.

Tomar una ducha al día es sinónimo de higiene personal, pues con ella se garantiza la limpieza general del cuerpo. Si sientes que al terminar el día has acumulado suciedad, entonces toma otra ducha antes de ir a la cama. El agua y el jabón se encargarán de dejar las bacterias acumuladas en el cuerpo en el desagüe.

Además de ser una de las mejores formas para iniciar y terminar el día, puede prevenir con certeza el pie de atleta. Para ello, después de la ducha es imprescindible secar debidamente los pies desde la planta hasta las cabidas entre dedos.

Lavarse las manos

Lavarse las manos es el hábito más importante cuando de prevenir enfermedades se trata, pues tienen contacto directo con la boca. Lavar las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño es un hábito indiscutible.

¿Qué jabón es el adecuado? Muchas veces se recurre a un jabón aromático para guardar las apariencias, sobre todo cuando se está fuera de casa. Lo cual es perjudicial para la salud, pues generalmente estos jabones no contienen suficientes ingredientes antimicrobianos y antíbacteriales.

Para evitar contraer enfermedades como la neumonía o diarrea, lavarse adecuadamente las manos es importante. Un lavado de manos adecuado incluye el siguiente proceso:

  1. Mojar por completo las manos antes de tocar el jabón.
  2. Frotar las manos juntas con jabón generando espuma, primero en las palmas, luego por los nudillos y los dedos. Asegúrate de efectuar este proceso por al menos 20 segundos en cada lavado de manos.
  3. Enjuagar las manos con suficiente agua y secarlas en su totalidad.

¿No tienes un jabón a la mano? El agua por sí sola no basta y para estos casos es recomendable portar en todo momento geles antisépticos.

Cuidado de las uñas

Los dedos y las uñas son los principales portadores de suciedad y gérmenes, pues se exponen a diversos ambientes. Asimismo, estas están en constante contacto con el resto de nuestro cuerpo esparciendo lo que sea que haya almacenado.

Para evitar futuros problemas, controlar el crecimiento y limpieza de las uñas de suma importancia. Ya sean los dedos de las manos o los pies, puedes hacer uso de un cepillo y agua para quitar la suciedad de las uñas incluso si no están muy largas.

Cortarlas con los dientes es un error garrafal, pues los gérmenes se mezclan con la saliva e ingresan al cuerpo directamente.

Cepillar los dientes

La importancia de la higiene bucal, es decir, el cuidado de los dientes va más allá de la imagen personal. Los dientes son el triturador de todo lo que ingerimos y en estos se almacenan pequeños fragmentos de todo ello. Tener dientes blancos no es más que un estereotipo, es posible tener una dentadura amarilla y aun así tenerlos más limpios que una totalmente blanca.

Lavar los dientes 2 o 3 veces al día es lo adecuado, al despertar y al dormir o luego de cada comida. Para ello has uso cepillo con pasta dental y al finalizar pasar un hilo dental entre las cavidades. Para una completa higiene bucal, puedes acudir cada cierto tiempo al dentista.

Una correcta higiene bucal ayuda a prevenir la formación de caries e infecciones en las encías. Por otro lado, una deficiente higiene bucal conlleva tarde o temprano a la perdida de uno o más dientes.

Cuidado del cabello y la barba

Aunque el lavado del cabello va incluido en la ducha diaria, el cuidado de la barba es totalmente diferente. Al igual que el cabello, la barba también necesita ser lavada periódicamente, pues los gérmenes se acumulan con frecuencia ahí.

No cometas el error de usar el mismo champú de tu cabello para lavar diariamente tu barba. Utiliza un champú especializado para la higiene de la barba que, a día de hoy, no falta. Adicionalmente, puedes aplicar loción para el cuidado de la barba y su correcto crecimiento.

Si acudes a un barbero no hay mayor problema, pero si usas un afeitador propio asegúrate de mantenerlos limpios. O en todo caso, proceder a lavar la barba luego de cada sesión de recorte.

Higiene intima

La higiene intima es tan o más importante que todos los hábitos mencionados. Lavar la zona genital y los testículos con agua y jabón al momento de ducharse generalmente no basta.

Es importante realizar un lavado general de la zona intima, esto incluye pene, ingle, escroto y testículos por igual. Asegúrate de no usar la misma toalla con la que te secas el cuerpo.

Otro momento en donde se debe mantener la higiene es luego de orinar, en donde se debe usar papel higiénico para retirar el orine residual. Si sufres de sudoración constante, entonces opta por usar un talco para evitar la aparición de hongos en dicha zona.