¡Descubre cómo la fusión de dos culturas y dos idiomas dieron origen a la gastronomía belga!

Así es. Bélgica es prácticamente resultado de la fusión entre Francia y Holanda, al menos si se habla de la gastronomía belga. Está fuertemente influenciada por la cocina de ambos países, inclusive en las eras modernas se ha vinculado a la cocina de África y de Medio Oriente.

El dicho narra que los belgas viven de hecho, en una nación enteramente de gourmets. El dicho no es por nada, le indica a los ojos externos que en este país se come bastante y además, se come bastante bien. Deriva de los duques de Borgoña, es un recordatorio de cuanto lujo y riqueza tuvieron.

En la gastronomía tradicional de Bélgica, se utiliza prácticamente todo aquello que de pinta de fresco y esté de temporada.

Es un territorio pequeño, pero aún así se pueden observar las diferencias culinarias por sectores. En la zona costera se acostumbra casi religiosamente el consumo del pescado y los mejillones.

En Bélgica, parte de su gastronomía típica incluye mucho el uso de la patata desde que llegó al pequeño país, más que nada en la cocina de campo. Los belgas también juegan mucho con el uso de las quisquillas del mar Norte, jamón, pera, quesos, fresas, caza y endivias blancas.

Platos de interesante escritura

Dada la interesante fusión entre el neerlandés y el francés, los platillos del europeo país, puede que suenen un poco extraños. De cualquier manera en los restaurantes, los menús se encargan de colocar el nombre de las ofertas en los dos idiomas para que los inocentes turistas no se den mala vida.

Asperges op z’n Vlaams

Por ejemplo, este platillo se encuentra en el idioma neerlandés. Resulta bastante difícil de pronunciar si no se es autóctono o al menos vecino. La traducción indica que son simples espárragos a la flamenca.

Se sirven con huevos duros y troceados, en ocasiones lleva quisquillas, salsa de mantequilla, etc.

Tomaat crevette

Este, es otro plato que se encuentra en neerlandés, aunque puede apreciarse la palabra tomate en ella. Consta precisamente de tomates que se rellenan con las quisquillas.

Chicons au gratin

Este platillo se encuentra en francés, traducido se refiere a una especie de rollos pequeños de endivias blancas, se consume con salsa bechamel, jamón y queso.

Moules-frites

Otro plato en francés.

Sencillamente un platillo de mejillones cocidos, se le agregan verduras como apio, zanahoria, pimienta o cebolla y todo se cuece al vapor. Lo mejor de este plato es que usualmente la compañía consta de cerveza y patatas fritas.

Konijn met pruimen

Nuevamente se habla neerlandés.

Este platillo requiere de un conejo, cubitos de caldo, chirulas pasas, cerveza de abadía para la elaboración de la salsa especial, laurel, sal, pimienta y tomillo.

Stoofvlees

Otro curioso nombre neerlandés.

Es una especie de platillo denominado carbonada flamenca, se le prepara con blanda carne de ternera y que se le suele sazonar en general con laurel o tomillo. Se le da por acompañamiento azúcar, cebolla, cerveza y vinagre. Difiere de un platillo autóctono francés, en que se utiliza cerveza y no vivo tonto.

Todo es cerveza

Entre las frías y reconocidas bebidas de la gastronomía Bélgica se pueden contemplar:

Cervezas de abadía o cervezas trapistas

Elaboradas por los padres de Abadía.

Más que todo el nombre es asociado a la comunidad. Si por ejemplo la cerveza fue a elaborarse a manos de los cistercienses, su nombre es cambiado a cerveza trapista.

Si bien para ser honestos dichas cervezas no son precisamente cien por ciento belgas, ya se las ha asociado con el país dada sus especializaciones y tratamientos. Después de todo Bélgica es un país de fusiones.